Tarde o temprano, los emprendedores y pequeños empresarios recurren a una institución de crédito para fondearse, afrontar compromisos de deuda o crecer sus negocios. En el mejor de los casos, tu empresa debería tener las cartas credenciales necesarias para acceder a un préstamo pero si aún no está lo suficientemente sólida serás tú el que deba solicitarlo. ¿Cómo anda tu historial crediticio?
La relatoría de cómo nos comportamos frente a prestadores de servicios e instituciones de crédito es recolectada por empresas que asignan a cada individuo un puntaje. Quienes han contratado un servicio de televisión por cable, telefonía o internet; los que tienen un crédito hipotecario, automotriz o personal; o aquellos que son tarjetahabientes de un banco o tienda departamental, todos sin excepción forman parte del padrón crediticio y lo que los diferencia es que sean buenos o malos pagadores.
Por años ha permeado el mito de que el buró de crédito es una lista negra. Nada más alejado de la realidad, más bien se trata de un padrón que se alimenta mes a mes con tus hábitos de pago por lo que refleja lo bueno y lo malo. El buró de crédito existe porque es una referencia fehaciente para medir el riesgo que corre un otorgante de préstamos. Si pagas puntualmente tus compromisos, si tienes retrasos ocasionales o si presentas adeudos con más de 90 días de antigüedad, todo ello contribuye a que tu puntaje aumente o disminuya la certidumbre en quienes consultan tu información.
Las diferentes compañías que ofrecen el servicio de historiales crediticios tienen parámetros para calificar a los sujetos de crédito pero en promedio, las personas con menos de 400 puntos no son candidatas y son vistas como un potencial cliente moroso. Si deseas ser atractivo para acceder a fondos de instituciones financieras tu puntaje debe estar entre 700 y 850 puntos.
Buró de Crédito y Círculo de Crédito son las sociedades de información crediticia en México, a las que más recurren los prestadores de servicios e instituciones bancarias para verificar el comportamiento de los solicitantes y posibles clientes. Por ley, este tipo de sociedades ofrecen a las personas una consulta gratuita al año. El reporte presenta detalle de todos tus créditos vigentes, de las instituciones con las que te has relacionado, de créditos cerrados y la forma en la que concluyeron, de su score (puntaje) y otros datos de interés.
Aunque no estés pensando recurrir a fondos financieros, es una buena práctica que anualmente solicites tu reporte para verificar que no tienes créditos no pedidos, que se reporten correctamente tus pagos o estar al tanto de que quienes hayan accedido a tu información cuenten con tu consentimiento.
¿Tuviste pecados con créditos pasados? Bueno, la ley que regula a las sociedades de información crediticia1 indica que dependiendo del monto de la deuda esa información se elimina así:
● Deudas menores o iguales a 25 UDIS, se eliminan después de un año.
● Deudas mayores a 25 UDIS y hasta 500 UDIS, se eliminan después de dos años.
● Deudas mayores a 500 UDIS y hasta 1000 UDIS, se eliminan después de cuatro años.
● Deudas mayores a 1000 UDIS, se eliminan después de seis años siempre y cuando: sean menores a 400 mil UDIS, el crédito no se encuentre en proceso judicial y/o no hayas cometido algún fraude en tus créditos.
Ahora que estás al frente de un negocio prometedor, mantener en óptimas condiciones tu historial crediticio se convierte en una obligación si quieres tener abiertas las puertas del financiamiento. Esperar a que pasen los años para que se borren tus pecados te condiciona y priva de oportunidades para consolidarte.
Por cierto, nadie puede “sacarte del buró” o borrar tus malas calificaciones, quienes lo ofrecen se aprovechan de tu necesidad. La única forma de corregir un mal historial crediticio es tomar la iniciativa de ponerte al corriente o liquidar tus deudas.
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